Con la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín este viernes, el mundo tiene la oportunidad de dejar de lado cualquier diferencia y división bajo la bandera común de “Más alto, más rápido, más fuerte: juntos”.
La plena participación de toda la familia olímpica demuestra la impopularidad del clamor que ha tratado de empañar la imagen del país anfitrión, que desde el lema “Un mundo, un sueño” de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 hasta el lema de los Juegos de Invierno “Juntos por un futuro compartido” ha defendido sistemáticamente la humanidad compartida que caracteriza el espíritu olímpico.
Se espera que los Juegos puedan contribuir a impulsar la solidaridad y la cooperación mundiales para ayudar al mundo a superar este difícil momento.
Que los Juegos puedan celebrarse según lo previsto, a pesar de que la variante Omicron del nuevo coronavirus sigue azotando a la mayoría de los países, dice mucho del tremendo trabajo que ha realizado China para organizarlos.
Cabe destacar que China invitó a 37 expertos y 207 técnicos extranjeros para garantizar la profesionalidad de la infraestructura y la gestión relacionadas con los Juegos, y su voluntad de abrir su mercado al mundo y compartir los beneficios de su desarrollo es evidente. Ha dado la bienvenida a fabricantes de equipos para deportes de nieve de renombre mundial procedentes de Francia, Suiza e Italia para que instalen su producción en Zhangjiakou y amplíen su comercialización en el país.
Junto con el modo de gestión de circuito cerrado que se está empleando para garantizar la seguridad de todos los participantes y asistentes ante los graves desafíos que plantea el virus, no es de extrañar que algunos atletas extranjeros se hayan maravillado con el hardware de última generación, la eficiente organización y la esmerada acogida que ofrece China.
La infraestructura respetuosa con el medio ambiente que se ha construido recientemente, así como la transformación ecológica de la infraestructura existente, ponen de manifiesto que los Juegos se están organizando de una manera que se alinea con la búsqueda de un desarrollo de alta calidad por parte de China.
La creciente popularidad de los deportes de invierno en el país ofrece una perspectiva valiosa para comprender el rápido avance de China hacia el grupo de países de renta media. El producto interno bruto per cápita de China alcanzó los 12.100 dólares el año pasado, y dado que el grupo de renta media ya supera los 400 millones de personas y crece a un ritmo acelerado, los Juegos no solo se convertirán en un recuerdo imborrable para toda una generación, sino que también impulsarán un auge en los deportes de invierno que marcará un nuevo hito en el desarrollo del país.
A principios de 2021, el país contaba con 654 pistas de hielo reglamentarias, lo que representa un aumento del 317 % con respecto a 2015, y el número de estaciones de esquí pasó de 568 en 2015 a 803 en la actualidad. En los últimos siete años, cerca de 346 millones de personas en el país han participado en deportes de invierno, una contribución encomiable de China a la popularización de estos deportes. Se prevé que el valor total de la industria de deportes de invierno del país alcance el billón de yuanes (157 200 millones de dólares) para 2025.
Como afirmó el presidente Xi Jinping, un gran aficionado a los deportes, en el mensaje que dirigió a la inauguración de la 139ª Sesión del Comité Olímpico Internacional vía videoconferencia el jueves, al preparar y organizar los Juegos Olímpicos de Invierno, China ha impulsado su desarrollo regional, la conservación ecológica y la calidad de vida, además de abrir un espacio más amplio para el desarrollo de los deportes de invierno en todo el mundo.
Con la atención mundial puesta en China, deseamos a los Juegos un rotundo éxito.
Del Diario de China
Fecha de publicación: 8 de febrero de 2022
